sábado, 22 de noviembre de 2014

Julia Salazar
LA HORMIGA CALVA
Había una vez una hormiga calva llamada Miga.
Miga estaba muy triste porque era la única hormiga calva en el hormiguero y todos se reían de ella ¡hasta la reina!
Miga era inocente y amable, llevaba una camiseta roja y un pantalón negro.
Un día estaba muy harta y decidió ir a Jaén en autobús para comprar una peluca.
Así lo hizo y se fue a la estación de autobuses, cogió el bus, se sentó al lado de una abuela y partió a Jaén. Por el camino la abuela le dijo:
-¿A dónde vas joven?
-Voy a comprarme una peluca a Jaén-contestó Miga.
-¡Oh! qué pena.
-¿Por qué?
-Porque tengo una a la última moda, pero si no la quieres...
-Sí, sí, la quiero-dijo Miga alegre.
-Te la daré cuando hagas tres pruebas. La primera es correr más que el autobús.
-¿Quéeeee?-se sorprendió Miga
¡Déjame acabar anda!
-Huy, vale, perdón.
-Ejem, luego tendrás que coger una metralleta de la mafia y después levantar una piedra de 100Kg.
-Vale, lo haré por la peluca-dijo la hormiga ilusionada.

Entonces bajó del autobús y corrió todo lo que pudo y ganó al autobús.
-Bien-dijo la abuela-a la siguiente prueba.
Miga siguió a la abuela que le dio una metralleta y le dijo:
-Para ganar esta prueba tienes que matar 5 ciervos en dos tiros.
-Brrr, chupado-contestó Miga.
La segunda prueba también la ganó.
-Vale, la siguiente: tendrás que estar treinta segundos con una roca en brazos.
-Vale.
Con gran esfuerzo Miga también ganó esta prueba.
La abuela estaba tan enfadada que no le dio la peluca y Miga cogió el autobús, atropelló a la abuela, cogió la peluca y volvió al hormiguero.