Julia Salazar
LA
HORMIGA CALVA
Había
una vez una hormiga calva llamada Miga.
Miga
estaba muy triste porque era la única hormiga calva en el hormiguero
y todos se reían de ella ¡hasta la reina!
Miga
era inocente y amable, llevaba una camiseta roja y un pantalón
negro.
Así
lo hizo y se fue a la estación de autobuses, cogió el bus, se sentó
al lado de una abuela y partió a Jaén. Por el camino la abuela le
dijo:
-¿A
dónde vas joven?
-Voy
a comprarme una peluca a Jaén-contestó Miga.
-¡Oh!
qué pena.
-¿Por
qué?
-Porque
tengo una a la última moda, pero si no la quieres...
-Sí,
sí, la quiero-dijo Miga alegre.
-Te
la daré cuando hagas tres pruebas. La primera es correr más que el
autobús.
-¿Quéeeee?-se
sorprendió Miga
¡Déjame
acabar anda!
-Huy,
vale, perdón.
-Ejem,
luego tendrás que coger una metralleta de la mafia y después
levantar una piedra de 100Kg.
-Vale,
lo haré por la peluca-dijo la hormiga ilusionada.
Entonces
bajó del autobús y corrió todo lo que pudo y ganó al autobús.
-Bien-dijo
la abuela-a la siguiente prueba.
Miga
siguió a la abuela que le dio una metralleta y le dijo:
-Para
ganar esta prueba tienes que matar 5 ciervos en dos tiros.
-Brrr,
chupado-contestó Miga.
La
segunda prueba también la ganó.
-Vale,
la siguiente: tendrás que estar treinta segundos con una roca en
brazos.
-Vale.
Con
gran esfuerzo Miga también ganó esta prueba.
La
abuela estaba tan enfadada que no le dio la peluca y Miga cogió el
autobús, atropelló a la abuela, cogió la peluca y volvió al
hormiguero.