sábado, 22 de noviembre de 2014

Carmen González
 
EL RATÓN ARRUGADO.
Érase una vez, un ratón rapero, con la ropa arrugada, una gorra del revés, unos cascos y unas gafas de sol.
Iba siempre con una moto. Estaba en la Cruz del Lloro cuando se encontró a un abuelo. Empezó a rapear y al abuelo no le gustó, así que, empezó a darle con su gancha. El ratón enfurecido, le atropelló con su moto y se fue.

Llegó con su moto a la Peña y allí se encontró una cabra. La cabra le veía con intención de tirarse por el foso y le advirtió que no lo hiciera porque tenía una colección de gatos escayolados. El ratón no hizo caso y se tiró.
Una vez en el foso, les empezó a cantar rap y los gatos bailaban al compás de la música. Hicieron tanto ruido que, la cabra lo escuchó y fue a ver qué pasaba.
Entró en el foso y al ver que sus gatos habían hecho caso al ratón y a ella no, se enfureció y les quitó una pierna a los gatos. El ratón sintió pena y atropelló a la cabra. El ratón se quedó el resto de su vida en el foso cuidando a los gatos.