Anabel Estévez
“El
mago inventa la máquina del tiempo”
Un
día como otro cualquiera, estaba en mi sótano, donde practico mi
magia y mis hechizos. Puse la televisión un ratito, y salió un
programa de preguntas sin respuesta... De repente una de ellas me
llamó mucho la atención, en ese mismo momento me entusiasmé mucho
y empecé a fabricar una máquina del tiempo.
Busqué
en todo tipo de libros y enciclopedias, pero no encontré nada, así
que tuve que inventarme yo la manera de fabricarla.
Compré
un reloj de arena, y al llegar a casa lo vacié. Más tarde puse un
caldero mágico a hervir y eché en él todo tipo de perfumes. Cuando
hirvió, eché una bolsa de polvos mágicos y varios relojes que
primero fundí.
Esperé
varios días a que la pócima se transformara en arena... Salió de
un color precioso, de un color parecido al del espacio exterior,
entonces vacié los polvos en el reloj de arena y lo cerré muy bien,
más tarde, cogí un reloj y lo junté con el de arena...
Fue
entonces cuando ajusté el reloj a la prehistoria y aparecí rodeado
de animales y mucha vegetación. Me alegré bastante al ver que mi
invento salió a la perfección, pero tardé poco en darme cuenta de
que no era tan perfecto como esperaba... Y es que la máquina del
tiempo estaba bien fabricada, pero tenía un defecto, y era que no
podía volver a casa hasta que la arena del reloj pasara
completamente al otro lado...