Ángela Pérez
El duende sabroso
Al final del cuento tienes un enlace donde la autora te explica cómo se hace
Se trataba de un duende. Él era gordo, pequeño y le gustaba el estilo emo. Llevaba un pendiente en sus grandes orejas, tenía un tatuaje de un dragón negro e iba vestido de negro. Tenía una moto Harley Davidson.
El duende cogió la moto que estaba aparcada en la rotonda de la Cruz del Lloro y se fue a la gasolinera porque se iba a quedar sin gasolina. En la puerta de la gasolinera se encontró a un gótico que le dijo:
-Hola, mira que pintalabios más chulo me he comprado, es de color rosa coral con purpurina y además te deja los labios supersuaves… Pero ¡¡¡QUE NO SE TE VAYA A OCURRIR ROBÁRMELO!!!-
El duende le cogió el pintalabios y el gótico se cabreó tanto que, con dientes de vampiro, le mordió el pie y se lo arrancó. El duende gritaba y lloraba, pero al gótico le gustó su sabor y decidió poner un anunció que decía:
¡¡¡ATENCIÓN TODO EL MUNDO AL QUE LE GUSTE COMER!!! HAY UN DUENDE MUY SABROSO EN LA GASOLINERA!!!
¡¡¡VENGAN Y PRUEBENLO, LES VA A GUSTAR!!!
El duende, sin el pie, iba totalmente cojo; por lo que decidió coger la moto e irse a su casa pero se olvidó de echarle gasolina a la moto y se tuvo que quedar allí.
Atraídos por el anuncio del gótico, empezó a llegar un montón de gente y cuando vieron al duende se les hacía la boca agua y prepararon los cuchillos y tenedores. El duende intentó correr lo más rápido que podía pero no le iba a dar tiempo a esconderse… Pero tuvo la suerte de que un vegetariano pasaba por allí.
El duende le explicó su situación y el vegetariano decidió ayudarle diciéndoles a todos que él se había comido al duende. Le hizo prometer que desde entonces nunca más pasaría por la gasolinera sin disfraz y que siempre haría caso de lo que le dijesen los góticos. Y así fue como se hizo amigo de los vegetarianos.
Pincha aquí y la autora en un tutorial te explica cómo se hace este cuento